Los 500 partidos de Guti

Cumple hoy Guti en el Coliseum la nada desdeñable cifra de 500 partidos. Un número, qué duda cabe, a tener en consideración. Con Guti no valen medias tintas: es admirado y repugnado; es querido y odiado. Estos extremos se desenvuelven en la crítica, en la calle, con la misma intensidad. Quienes creen en la cuadratura del balón, quienes gozan del respeto a causa de sus peroratas de verborragia, se lo perdonan todo a cambio del pase imposible o la genialidad añorada.

Los que no imaginan un deporte de equipo sin el esfuerzo tenaz y duradero, le reprochan su inconstancia y veleidad. Que le cuesta correr hacia atrás cuando pierde un balón. O que si nunca fue a una gran cita con la Selección, será por algo. O que para ningún entrenador fue capital. Yo creo que el arte es seducción, pero con él no basta. En cualquier caso, enorabuena.