Seis velos y medio y una corbata

La mente humana es como Salomé al inicio de su danza, escondida del mundo exterior por siete velos de reserva, timidez, miedo... Con sus amigos, un hombre normal se quita un velo, luego otro, puede que hasta tres o cuatro en total. Con la mujer a la que ama se quita cinco, o quizá seis si entre ellos existe gran confianza, pero nunca los siete. A la mente humana también le gusta cubrir su desnudez y guardar su intimidad para sí. Salomé se quitó el séptimo velo por su propia voluntad, pero la mente humana suele ser más recatada. Muchos psiquiatras sostienen que únicamente con la hipnosis consiguen derribarlo y ver lo que hay detrás.

Para contar el despido de Valdano, Florentino Pérez, en todo un alarde de originalidad, sustituyó los velos por eufemismos. Llamó "disfunción" al cardumen de sucesos que describió una relación insostenible, y "cambio en el sistema organizativo" al absolutismo que su técnico ejercerá a partir de ahora.

Se acabó: el Real Madrid no necesita exportar un mensaje bien modulado, persuasivo, y muy marcadamente prosódico. Jorge Valdano sólo le aportaba esto, ya que nunca creyó en el discurso futbolístico de un Mouriño que no tolera intromisiones en su labor. Lo inteligible es que hubiese dimitido cuando echaron a su apuesta: Pellegrini. No debe haber sido fácil para el argentino convivir con la turbadora percepción de estar suspendido en el vacío, sobre un fondo de turbulencias, sin una mísera amarra que lo anclase a un modus operandi (el de Mou) que lo despreciaba y puenteaba, como se vio en el fichaje de Adebayor. Pero él y su falta de coherencia se lo buscaron.

Con esta decisión, Florentino disipa las últimas aprensiones de un 'THE SPECIAL ONE' que desde que aterrizó en Chamartín ha hecho de la conquista de mando una plácida rutina. Ya tiene el control total de la parcela deportiva, la corbata de Valdano (que explicó su despido con el cuello de la camisa desmoronado)... y seis velos y medio de la mente del presidente...

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Foto: AS