Benzema debería ser intransferible

Hasta la llegada de Adebayor los partidos pasaban sin que pudiéramos percibir un brillo de entereza en su mirada, un gesto de fortaleza en su semblante, o un relámpago de decisión en su carácter; se trataba de un jugador cuyo precio era análogo al de una mueca mortecina: sólo generaba indiferencia; una indiferencia aderezada con esa teoría que aseguraba que los franceses autistas (la teoría estaba basada en Anelka, huelga decirlo) salen del Santiago Bernabéu como gallos desplumados.

La llegada del togolés supuso una motivación para él. A partir de la misma, en el apartado emocional, vimos a una persona que ya no se arredraba ante la responsabilidad; en el futbolístico, pasó a ser un valor en alza, pues se le consideraba un jugador desequilibrante, capaz de decidir en un lance la suerte de un partido, y algo parecido a lo que se pretendió fichar en aquel verano de 2009: un atacante de arrancadas 'ronaldianas' desde el costado izquierdo, un deprededador no tan de momentos como Ronaldo Nazario sino más asociativo y completo, aunque con menos gol que el brasileño.

Benzema debería ser intransferible, ahora que ya su desenvolvimiento parece asentado; parecen lejanas aquellas estampas suyas al desgaire. El aficionado entiende que el proceso de adaptación está superado. Y también entiende que, de los tres delanteros que tiene el equipo, es quien más calidad global atesora. Pero parece que sería el principal perjudicado por la llegada de alguna incorporación de hilaza rimbombante; quizá porque en el fondo a Mouriño le convencen más Higuaín y Adebayor, aunque asimismo porque es quien más dinero podría dejar en una hipotética venta.

Con Benzema, Higuaín, Adebayor y Cristiano Ronaldo (y Callejón) el Real Madrid ya tiene cubiertos todos los perfiles posibles de la delantera. Las combinaciones serían variopintas, y también lo serían las compatibilidades. Esto es algo que debería ponderarse, por más que Agüero se haya rendido al cortejo. Es como si Florentino se llenara de vértigo y de una sensación de orfandad si no ficha a un crack todos los veranos, si no pone su guinda. Debe comprender que la guinda la pondrá la continuidad de lo que ya tenemos, que es muchísimo.

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Foto: REAL MADRID