El primer paso

Ya lo dijo Lao-Tsé: "Un viaje a las mil maravillas comienza con el primer paso". Y el primer paso que ayer dio el Real Madrid en su puesta de largo, fue interesantísimo gracias al catálogo de virtudes que expuso sobre el césped ante los Angeles Galaxy. Lo que ocurre es que la contundencia mostrada por el equipo durante los primeros sesenta minutos (hasta que los cambios disolvieron nuestro engranaje y trajeron consigo la inteligible lenidad) queda amortiguada por la intrascendencia del choque y la cercanía de las primeras agujetas. Sí, es demasiado pronto. Pero a este Madrid, desde ya, por mor de la calidad y amplitud de su plantilla de ensueño, se le advierten las mejores aptitudes para llegar a las mil maravillas.

Un Coentrao de lo más estrenuo y correlón se hizo notar, tuvo un debut notable. Entreveo que Mouriño no busca en su compatriota competencia para Marcelo, sino para Di María o Khedira. Kaká quiso, mediante zancadas marca de la casa y triangulaciones que siempre buscaron la asociación, con su buena actuación, arrastrar un bálsamo de olvido por nuestras dudas hacia él, hasta dejarlas quietas y dormidas. Hay que reconocer la hidalguía del brasileño desde un tiempo a esta parte, pero su desmedrado tono físico siempre es foco de no pocas sospechas.

Pese a que se tardó treinta minutos en trocar el electrónico, desde el primer momento llegamos muy sueltos a las inmediaciones del meta Saunders. La intensidad y la presión exhibidas en campo ajeno, repercutieron en dicha soltura. Callejón (alternó su posición con Coentrao en algún tramo de la primera mitad) y Joselu obtuvieron su premio en forma de gol, aunque para ambos será tarea ímproba ganarse siquiera una ínfima cantidad de minutos cuando regresen los argentinos, ya eliminados de la Copa América. Cristiano nos regaló una obra de arte en la segunda mitad, el gol de la contienda.

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Foto: REAL MADRID