En el fútbol no se cumple la máxima de Antonio Gala

Cómo va a ercer el ánimo el sufrido aficionado rojiblanco si, con cada salida de alguien simbólico del club, salvo en el caso de De Gea, acaba sacudido por temblores compulsivos. Primero fue lo de Forlán y Quique, quienes siquiera se dieron una mirada durante la despedida del segundo, y ahora es la situación del Kun; a quien, cuando se vaya, no se le tributará una ovación por mor de la ojeriza cumulada en su contra. Todo este desgaste tiene a los atléticos ahogándose en su privativa realidad, realidad bien distinta hasta hace poco, pues no hay que olvidar que el Atlético ocupó portadas con títulos en las manos hace no muchas fechas. Pero esos logros europeos se semejan a una irrepetible raya en el agua.

Uno piensa en las ambiciones frustradas y el lúgubre camino que el Kun ha recorrido hasta llegar al punto de descreimiento donde se halla, y entiende que ya no crea en el Atlético. Porque se ve enterrando las ilusiones de ganar algo. Y, un fenómeno como él, aspira a algo más que a entierros en serie. Por tanto, entiendo las motivaciones que le impulsan a decir "basta". Sin embargo le recrimino aquel comentario despectivo hacia la camiseta del Real Madrid, que expuso hace tiempo. Nunca me gustaron esos populismos para ganarse el amor de la propia hinchada. Ahora el tiempo ha enseñado a la misma hinchada cómo Agüero ha estado dispuesto a mudarse a la casa del vecino rico, anteriormente menoscabado por él mismo en un ataque de populismo, cuando menos, inapropiado.

En el fútbol no se cumple la máxima del maestro Antonio Gala: "Quien ama gana siempre". No. Sergio Agüero acabará en Inglaterra, no en el Real Madrid, pero el seguidor rojiblanco desciende la encerada cuesta del desamor sin que el dineral que deja el argentino en caja aminore su sensación de traición y pérdida (si algún día regresa al Vicente Calderón defendiendo los colores del Manchester City, el rebullicio puede resonar allende nuestras fronteras). Y asimismo proclama el maestro: "Entre el monte Tabor de la transfiguración y el Getsemaní del abandono hay más relación de la que a primera vista percibimos". Pues no, va a ser que en el fútbol, no.

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Foto: REAL MADRID