Falsedad y desdén

Muchos pensábamos que no podía tratarse sino de una especiota; no obstante, Altintop, en modo alguno, hubiese sido el primero en meter la pata por mor de unas declaraciones curiosas y sin duda desafortunadas. Cada cierto tiempo los clubes asilan a individuos cuya voz es aceptada como la de la insensatez (bien es cierto que el R. Madrid, gracias a Lass y Altintop, se lleva la palma últimamente), pues forma parte del juego: sólo con referencias extrínsecas no consigues el perfil certero de alguien que no conoces de nada. Y los clubes se guían por éstas, luego yerran inevitablemente de vez en cuando.

No, no, no estábamos leyendo una especiota: Altintop, quien todavía no ha utilizado la camiseta del Madrid, dice no ser fieliz sino frustrado y poco arropado; por ende, tras un período de reflexión que se dilatará en el tiempo hasta el mercado invernal, pedirá al club que permita su marcha al Galatasaray, si no varía su situación de la A a la Z. A esto hay que sumar la ocultación que el futbolista turco hizo de su lesión de espalda, lo que lo coloca en una escala de impopularidad cuando menos subrayable.

¿Qué pedimos a un jugador del Madrid? O, más exactamente, ¿cuáles son nuestras estimaciones relativas de la falsedad y del desdén? En realidad, demasiada falsedad (la que un jugador recién aterrizado escenifica declarándose madridista desde pequeñín) nos molesta un poco; demasiado desdén (el que Altintop y Lass enseñan por camiseta del Madrid y lo que ella encierra de valor histórico) nos provoca un cabreo ingente. Lo primero lo asumimos como parte del juego; lo segundo no puede asumirse, y si se asume, de nada sirve al final.

Deportivamente, ni me pareció mal la llegada del turco (http://laquintadelbuitre.blogspot.com/2011/05/hamit-altintop.html) ni el francés me estorbaba (http://laquintadelbuitre.blogspot.com/2011/06/apuesto-por-lass.html). Pero se antoja tan engorroso que ambos adquieran discernimiento...

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Foto: AS